En la astrología, el asteroide Quirón representa la “Herida del Alma”.
Quirón en nuestra carta natal muestra un lugar donde conectamos con un gran dolor y nuestra vulnerabilidad más profunda. Cuando vivimos un tránsito de Quirón, podemos conectarnos directamente con el dolor y con aquella parte nuestra que normalmente nos negamos a ver y afrontar. Sentir la herida de Quirón nos invita a adentrarnos en un potente proceso de sanación y de conexión con nuestra alma, para vincularnos con algo esencial dentro nuestro y que solemos desconocer. Partes que normalmente son imposibles de acceder si no cruzamos el puente quironiano, es decir, rendirnos y sentir la vulnerabilidad, fragilidad y el dolor en las heridas que existen en nuestro interior.
Conocer el signo de Quirón y la casa en la que está, te ayuda a entender donde esta tu mayor vulnerabilidad, pero también la llave que te abre a una transformación.
Muchas veces cuando desconocemos la herida de Quirón, sentimos que ocurren sucesos inesperados que nos causan mucho dolor y que no sabemos gestionarlos. Podemos pensar que esto es muy injusto y que somos víctimas de la vida o de otros.
En la gran mayoría de los casos, los tránsitos de Quirón, van a provocar hechos dolorosos que nos empujarán a ver las memorias de heridas antiguas.
Puede ser periodos donde conectes con una sensación de abandono, sentirte sola, conectar con un dolor profundo, pensar que tenemos una falla interna, sensación de baja autoestima, de no merecer, de tener la culpa y baja energía.
¿Conoces dónde se ubica tu Quirón en la Carta Natal?
¿Sabes qué dones esconde?
Y ¿Cuál es su aprendizaje?
Si te sientes identificada con la “Herida de Quirón” y te gustaría saber más sobre ella, pide información sobre la Lectura de tu Carta Natal o puedes hacer un proceso terapéutico con la terapia Astro-Floral para liberar la carga emocional que te pueda estar limitando.
Los momentos más importantes y en los que podemos sentir esta herida con mucha más fuerza y por ende realizara cambios inevitables en nuestra vida, es cuando Quirón hace un aspecto a un planeta de nuestra carta o en el retorno de Quirón, después de la crisis de los 40, sobre los 49 años.
M. Carmen Arroyo
